viernes, 16 de septiembre de 2016

En casa consumimos energía. Cuando cocinamos, cuando nos duchamos, cuando miramos la televisión, incluso cuando dormimos; siempre estamos consumiendo energía: la nevera está enchufada, el aire acondicionado o la calefacción en marcha, etc. Pero para mejorar nuestra calidad de vida no es necesario aumentar el consumo de energía. En el hogar podemos hacer mucho para ahorrar energía o consumirla de manera más eficiente. A partir de las facturas de la electricidad o del gas, podemos conocer cuál es nuestra manera de consumir energía en casa y, a partir de aquí, tomar medidas para reducir el consumo y, al mismo tiempo, el importe de las facturas.

Por climatización entendemos el control y gestión de la temperatura de nuestra vivienda, tanto si se trata de calentarla cuando hace frío como para enfriarla cuando hace calor. Teniendo en cuenta unas sencillas recomendaciones, podremos optimizar el consumo energético destinado a la climatización de nuestro hogar.
La etiqueta energética informa del consumo de energía del aparato, permite comparar dos modelos diferentes y posibilita la elección de compra más adecuada para el consumidor. En función de la electricidad que consume y de sus características, por ejemplo la capacidad de carga de una lavadora, a cada electrodoméstico se le asigna una letra y un color que lo clasifica energéticamente.

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